- Identificar sus procesos claves de generación de valor
- Identificar sus procesos claves de generación de flujo de efectivo
Toma importancia entonces que las empresas sigan de alguna manera cumpliendo su rol de entidad generadora de recursos y empleos en una sociedad, siempre teniendo en cuenta que el contexto de base de esa sociedad ha cambiado diametralmente respecto al que tenían hace tan solo 40 días atrás y con el condimento de la incertidumbre de cuánto tiempo se prolongará.
Esta situación nos obliga a desprendernos de la mirada habitual, tener un pensamiento lateral con capacidad de abstraernos de las proyecciones, planificaciones y presupuestos aprobados para el período 2020 ya que los mismos quedaron totalmente fuera de contexto desde el pasado 20 de marzo.
Desde el punto de vista económico/financiero pensar hoy en el mediano y largo plazo resulta prácticamente una ilusión, ya que el contexto es de tal incertidumbre y con un dinamismo tan cambiante que hacen prácticamente imposible pensar un escenario más allá de los próximos 30 días.
El corto plazo adquiere un papel protagónico en tiempos del COVID-19, estamos obligados a mirar el mes/semana/día. Poner todos los planes a largo plazo en stand by porque el contexto en el cual se ejecutarán va a ser otro.
Sobre todas las cosas debemos ralentizar los flujos de fondos, haciendo sólo las erogaciones necesarias e imprescindibles para continuar siendo operativos, evitando que el flujo financiero caiga a cero, provocando una sequía financiera de la empresa que genere un quiebre en las operaciones. Hoy pensar en obtener resultados económicos positivos podría ser sólo una expresión de deseo.
Desde una mirada comercial del negocio, recordemos que "todo contexto de amenaza se puede transformar en un contexto de oportunidad", hoy esta frase cobra otro sentido ya que si no logramos encontrar esta oportunidad para nuestro negocio, estamos ante un riesgo cierto de causar daños irreversibles en nuestra empresa.
La gran pregunta es, ¿dónde buscar esas oportunidades? Ese es el gran desafío actual, se trata de romper paradigmas y detectar nuevas oportunidades de negocios para nuestra empresa que pueden ir desde una reformulación de los productos o servicios para adaptarlos a la dinámica actual a proponer una nueva unidad de negocio o enfocarnos en otro nicho, las posibilidades dependen del nuevo enfoque que le encontremos.
Debemos analizar las nuevas necesidades que se detectan en este contexto e identificar cómo podemos satisfacerlas, adaptar nuestro formato actual para ser una opción de consumo para los clientes.
En síntesis, tenemos que aprovechar los nuevos espacios tácticos sin que esto signifique cambiar la estrategia general de la empresa. De alguna manera debemos capitalizar la situación, volver a definir quienes son nuestros clientes, como llegar hasta ellos para satisfacerlos y mientras tanto cuidar con máximo recelo el flujo de caja, sobre todo el flujo de egresos.
En síntesis, tenemos que aprovechar los nuevos espacios tácticos sin que esto signifique cambiar la estrategia general de la empresa. De alguna manera debemos capitalizar la situación, volver a definir quienes son nuestros clientes, como llegar hasta ellos para satisfacerlos y mientras tanto cuidar con máximo recelo el flujo de caja, sobre todo el flujo de egresos.
Ahora bien, a no quedar congelados por el miedo y manos a la obra para re enfocar nuestro negocio!!!